El odio avanza
Desde la Cátedra Libre de Derechos Humanos de la Facultad repudiamos la destrucción del monumento a Osvaldo Bayer, emplazado en el Paseo de la Memoria, en la entrada de la ciudad de Río Gallegos, provincia de Santa Cruz.
Este accionar fue llevado adelante por Vialidad Nacional, organismo que ha dejado de reparar y construir caminos para malgastar recursos intentando destruir la memoria de nuestro pueblo.
No es casual que Vialidad, organismo dependiente del Poder Ejecutivo Nacional, haya elegido el 25 de marzo, un día después de conmemorar y reflexionar sobre el Golpe Genocida en pos de más Memoria, la Verdad y la Justicia.
Llevar adelante actos verdaderamente abominables no es más que una nueva provocación. La imagen de Osvaldo Bayer era acompañada por la frase: “Bienvenido, usted está ingresando a la tierra de la Patagonia Rebelde”. Es importante mantener la memoria viva de Osvaldo, en sus luchas, en sus denuncias, en su rebeldía. No hay máquinas excavadoras, ni martillos neumáticos capaces de dar por tierra con el ejemplo de vida que significa para muchxs de nosotrxs la figura de Osvaldo.
No hay máquinas capaces de ocultar lo que “La Patagonia rebelde” puso en palabras al denunciar el fusilamiento de civiles ordenados por el poder de turno en los inicios del siglo XX, cuando un grupo de más de mil quinientos huelguistas fueron perseguidos, torturados y deportados por pedir mejoras en sus condiciones laborales, considerados desde entonces crímenes de lesa humanidad.
Osvaldo Bayer, historiador, escritor, periodista, intelectual, profesor y creador de la Cátedra Libre de Derechos Humanos, sindicalista y militante político, quien sufrió el exilio, la censura, la prohibición de sus libros y hasta la cárcel, no cejo ni un instante hasta el último suspiro de su vida en construir y luchar, desde el más profundo acto de amor.
El infame y cobarde operativo de demolición es una expresión más de odio en busca de la destrucción de la memoria y despierta no solo un amplísimo rechazo sino la revalorización de la inconmensurable estatura de quién entre otras luchas asumió la defensa y memoria del pueblo patagónico y, en particular de los pueblos originarios del Sur.
Hace rato que no es la Libertad la que Avanza, si no el Odio. Será tiempo de recordar a Osvaldo, de tenerlo presente para proponer mundos más justos y dignos de ser vividos.
La lucha por la memoria, la verdad y la justicia, que no se derrumban jamás, no tiene fin, e impone nuevamente, la restitución de tal monumento. Bayer, el pueblo argentino y la memoria lo merecen, ahora y siempre.